Yo Cocodrilo. Cómo nace un triunfador
Ameno y divertido, serio y profundo, de denuncia y de esperanza, constituye un toque de atención a la especie humana. Un triunfador, ¿nace o se hace?
El argumento del libro se basa en la comparación de las vidas entre dos curiosos personajes: un ejecutivo (representante de nuestro mundo) y un cocodrilo (un animal primitivo).
‘Yo, cocodrilo’ hace una analogía entre dos figuras de diferente naturaleza. Ambas tenían que pasar por los procesos naturales de la vida (nacer, crecer, reproducirse y morir) para convertirse en triunfador.
Parece tener más sentido común el primero de ellos, un cocodrilo llamado Bolso. El segundo es un ser humano llamado Deleite. En el transcurso de la vida ambos aprenden a abrirse paso en el competitivo mundo de sus entornos. Para Bolso la selva, para Deleite el mundo profesional.
En su infancia, Bolso aprende a sobrevivir sorteando los peligros de los depredadores que se encuentra. Deleite enfrenta los paradigmas de la educación de sus padres y aprende a vivira un mundo de competencia: “Hay que trabajar duro”, “No me conformaré con ser uno más”, “Pasaré por encima de quien sea para triunfar”. El reptil aprende por medio del ensayo-error. Su capacidad intelectual no le aproxima a los conceptos subjetivos de éxito. Aprende que aquello que le causa daño simplemente debe evitarse. Así, su capacidad de observación le evita ser víctima de los cazadores y de las maldades de los seres humanos.
El texto nos indica que para ser un triunfador es muy importante reconocer el valor de la amistad y no olvidar a los amigos. No hay que dejarse cegar por la ambición. Siempre hay que ayudar al más débil. Cuando las personas son felices es su trabajo, rinden más y producen más beneficios. Los que al parecer son mas débiles nos pueden dar una lección e incluso salvarnos la vida. Debemos dar ejemplo en cualquier circunstancia. Analizarnos y corregir nuestros errores antes de que sea desasiado tarde.
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